Usando como referencia la obra de Escher y su juego visual a la hora de componer diferentes planos en una imagen, planteo multiples caminos posibles para encontrar el propio.
Tanto esta como las tres ilustraciones siguientes son autorreferenciales, y parten
de la idea personal de que existe un supuesto lugar al que debemos llegar, ya sea espiritual o físico, pero no siempre esta claro como
ni donde encontrarlo. Las flores están en representación de ese lugar.


“La vida es un laberinto y cada uno tiene que encontrar su propio camino”
Remedios Varo

Verse en un reflejo para mirarse por dentro y visualizar allí ese universo complejo que habitamos como una forma de autoconocimiento.


“Soy mi propia musa, soy la persona que mejor conozco, el tema que quiero conocer mejor.”
Frida Kahlo

En este mundo distópico que propongo, rodeado de cemento y vegetacion casi nula, la gente a mi alrededor, que vive en modo automático, ha olvidado apreciar las pequeñas sorpresas del cotidiano.
El personaje, en cambio, parece haber descubierto una pista para encontrar su camino.


“La mayor parte de la gente en la ciudad corre tanto que no tiene tiempo de mirar las flores”
Georgia O’keefee

Desde el exterior de un edificio se visualizan dos realidades muy distintas. Por un lado, gente conectada a la realidad de su presente, en una suerte de máquinas inhibidoras de la conciencia. Por el otro, mi personaje, que a modo de coleccionista, atesora, cuida, y valora las pequeñas cosas, las simples, las invisibles para el resto, pero las indispensables para darle sentido a su vida.


“No soy lo que soy, soy lo que hago con las manos”
Louise Bourgeois

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